Ficha elaborada por: Ana Sofía Aparicio Bendfeldt,
Quinto Bachillerato, 2015, Colegio Internacional Montessori, Guatemala
Nombre completo Rafael Arévalo Martínez

Nacimiento

Quetzaletenango, 25 de julio de 1884

Deceso

Ciudad de Guatemala, 12 de junio de 1975

Información biográfica

Su madre murió cuando él tenía cuarto años de edad y se mantuvo soltero durante toda su vida.

Información académica

Estudió el bachillerato en el Colegio de Infantes. No pudo terminar sus estudios académicos debido a trastornos en su salud.

Información profesional

En 1913, fue el fundador y dirigente de la revista Juan Chapín. Asimismo, dirigió la Biblioteca Nacional. Fue elegido como miembro de la Academia Guatemalteca de la Lengua en 1921. En sus principios, fue periodista y profesor de lengua castellana. Se le conoce como un alto exponente del movimiento modernista. Por consiguiente, se le otorgaron premios como la orden Rubén Darío en Nicaragua y La orden del Quetzal en Guatemala.

Libros publicados

Título

Año

Género

Viaje a Ipanda

1939

Narración

El Hombre que Parecía un Caballo

1914

Narración

Una vida

1914

Narración

Manuel Aldano

1922

Narración

Hondura

1947

Narración

El Mundo de los Maharachies

1938

Indianista Fantástica

Ecce Pericles

1939

Crónica

Las Noches en el Palacio de la Nunciatura

1927

Novela

La Oficina de Paz de Orolandia

1925

Novela

Obra

Retrato de mujer
Ella es una muchacha muy gorda y muy fea;
Pero con un gran contento interior.
Su vida es buena, como la de las vacas de su aldea,
Y de mí posee mi mejor amor.

Es llena de vida como la mañana;
Sus actividades no encuentran reposo
Es gorda, es buena, es alegre y es sana;
Yo la amo por flaco, por malo, por triste y por ocioso.

En mi bohemia, cuando verde copa
Se derramaba, demasiado henchida,
Ella cosió botones a mi ropa
Y solidaridades a mi vida.

Ella es de esas mujeres madres de todos
Los que nacieron tristes o viven beodos;
De todos los que arrastran penosamente,
Pisando sobre abrojos, su vida trunca.
Ella sustituyó a la hermana ausente
Y a la esposa que no he tenido nunca.

Cuando se pone en jarras, parece un asa
De tinaja cada brazo suyo; es tan buena ama de casa
Que cuando mi existencia vio manchada y helada y destruida

La lavó, la planchó, y luego, paciente,
La cosió por dos lados a la vida
Y la ha tendido al sol piadosamente.

El derecho de amar
De sus manos cruzadas sobre el pecho
separó con ternura la más fría,
y la dio a calentar entre la mía.
Y entonces nustro amor insatisfecho,
aquel inmenso amor, tuvo un derecho.

¡Nada puede negarse a la agonía!
Cuando la enferma pálida moría
me dejaron llegar hasta su lecho.

¡Oh mi amada inmortal! Como un esposo
pude entonces velar por tu reposo
y hacer mios tu goce y tus dolores.

Y conquisté el derecho de quererte
cuando al vernos sufrir tomó la muerte
bajo su protección nuestros amores.

Ropa limpia
Le besé la mano y olía a jabón:
yo llevé la mía contra el corazón.
Le besé la mano breve y delicada
y la boca mía quedó perfumada.

muchachita limpia, quien a ti se atreva,
que como tus manos huela a ropa nueva.

¡Besé sus cabellos de crencha ondulada:
si también olían a ropa lavada!

¿A qué linfa llevas tu cuerpo y tu ropa?
¿En qué fuente pura te lavas la cara?
Muchachita limpia, si eres una copa
llena de agua clara

El señor que lo veía
Porque en dura travesía
era un flaco peregrino,
el Señor que lo veía,
hizo llano mi camino.

Porque agonizaba el día
y era cobarde el viajero,
el Señor que lo veía,
hizo corto mi sendero.

Porque la melancolía
sólo marchaba a mi vera,
el Señor que lo veía,
me mandó una compañera.

Y porque era la alma mía
la alma de las mariposas,
el Señor que lo veía,
a mi paso sembró rosas.

Y es que sus manos sedeñas
hacen las cuentas cabales
y no mandan grandes males
para las almas pequeñas.

Balada de los últimos amores
Ya tengo medio siglo y sin embargo
los ojos se me van tras las muchachas.

He seguido a mis hiijas en la calle
si no me dan la cara.

¿Qué hacemos, corazón, porque envejezcas?
¿Cuándo envejeces, alma?

He amado sucesivas floraciones
del mismo tronco o de la misma rama
y dirigí cumplidos a las nietas
de las mujeres en un tiempo amadas.

Pues soy como la tierra: nunca viejo
y muy capaz a todas de guardarlas.

Siento el influjo de la primvavera
como si fuera el suelo de mi patria.

Ya tengo medio siglo y sin embargo
los ojos se me van tras las muchachas.

 

Crítica

"Rafaél Arévalo Martínez fue filiforme y trémulo, con talento lunar y rosto de palúdico monauguillo medieval. Al hablar, en su cuello de avestruz la picuda manzana forcejeaba como ratón atrapado. Aspecto de gotera paulatina, tallarín filosófico, triste, muy triste, como mudo cascabel paralítico de roedora. Sonrisa pálida de fauno con ojos de color de pesadumbre y tedio. Pergamino locuaz, cuyos labios decían menos que su mirada, lírico espárrago miope, muy miope, en celo, en celo siempre, de urticante voz amarilloa que lanzaba saetas de vidrio, sensible e imaginativamente discurría con su último aliento de zancuda, en inminencia de dispararse en el aire ¿Cuántas onzas pesaba?". Rafael Arévalo Martínez fue un novelista y poeta que dejó un gran legado y una marca muy distintiva en la literatura guatemalteca. Durante su vida tuvo que enfrentar diversos obstáculos, los cuales se pueden reflejar en sus poemas. Buscaba plasmar sus sentimientos en palabras y lo logró con gran éxito mediante novelas y cuentos de fantasía.
Fuentes
BiografiasyVidas. s.f. <http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/arevalo_martinez.htm>. CarlosValenti. s.f. <http://carlosvalenti.org/media/amigos/RafaelArevalo%20Martinez-Biografia.pdf>. DeGuate. s.f. <http://www.deguate.com/artman/publish/rafaelarevalomartinez/retrato-de-mujer-poema-de-rafael-arevalo-martinez.shtml#.VNepw_nF8VV>. EditorialCultura. s.f. <http://editorialcultura.blogspot.com/2012/04/12-rafael-arevalo-martinez-las-noches.html >. Miranda, Antonio. www.deguate.com. s.f. <http://www.deguate.com/artman/publish/rafaelarevalomartinez/retrato-de-mujer-poema-de-rafael-arevalo-martinez.shtml#.VNepw_nF8VV>. PoemasDelAlma. s.f. <http://www.poemas-del-alma.com/rafael-arevalo-martinez-el-senior-que-lo-veia.htm#ixzz3RBI6lMOL>.