Nacimiento

Barcelona, España

3 de diciembre de 1914

Deceso

Desapareció el 19 de diciembre de 1980 en la ciudad de Guatemala

La guatemalteca Julia Falla era su madre y el italiano Tito Livio Foppa, su padre. Nació en España, vivió en Argentina algunos años y parte de su adolescencia radicó en Italia. Durante los años cuarenta, vivió en Guatemala, donde obtuvo la nacionalidad. En 1945, conoció al entonces presidente Juan José Arévalo y tuvo un hijo con él (Julio). Contrajo matrimonio con el guatemalteco Alfonso Solórzano Fernández, quien reconoció, a pesar de ser producto de una previa relación, a Julio Solórzano Foppa y con quien tuvo cuatro hijos. Los nombres de otros tres de sus hijos son Mario, Juan Pablo y Silvia Solórzano Foppa. Vivió varios años en el exilio en México y desapareció en 1980 sin dejar rastro. Se cree que sucedió en la zona 1 de la ciudad de Guatemala al salir a comprar flores y renovar su pasaporte guatemalteco. Organismos internacionales de Francia, México y Estados Unidos exigieron que fuera regresada con vida, pero estos intentos fueron fallidos y hasta la fecha sus restos no han sido encontrados.

Hizo su grado de secundaria en Florencia y estudió el bachillerato en un internado en Bélgica. Estudió Historia del Arte y Letras en Italia y, gracias a los méritos académicos obtenidos,  fue docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de México, en donde impartió las cátedras de Literatura italiana y Sociología. También fue la fundadora de la cátedra de Sociología en la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Fue la fundadora de FEM, la primera revista semanal feminista de México. También fue una colaboradora activa en un programa radiofónico transmitido por Radio Universidad en México llamado Foro de la Mujer y de la Agrupación Internacional de Mujeres contra la Represión. 
En su cumpleaños número 100, la película Alaíde Foppa Falla, la sin ventura, basada en su libro  La Sin Ventura, recibió el premio Mezcal en México.

Título

Año

Editorial

País

Género

Poesías

1945

Esceller

España

poesía

La Sin Ventura

1955

Tipográfica América

Guatemala

poesía

Los dedos de mi mano

1958

Costa Amic

México

poesía

Aunque es de noche

1959

Costa Amic

México

poesía

Guirnalda de Primavera

1965

Editorial Ecuador

México

poesía

Elogio de mi cuerpo

1970

Talleres de Litoarte

México

poesía

Confesiones de José Luis Cuevas

1976

Fondo de Cultura Económica

México

poesía

Las palabras y el tiempo

1979

Editorial La Máquina Eléctrica

México

poesía

Los ojos
(Tomado de Elogio de mi cuerpo)
Mínimos lagos tranquilos 
donde tiembla la chispa 
de mis pupilas 
y cabe todo 
el esplendor del día. 
Límpidos espejos 
que enciende la alegría 
de los colores. 
Ventanas abiertas 
ante el lento paisaje 
del tiempo. 
Lagos de lágrimas nutridos 
y de remotos naufragios. 
Nocturnos lagos dormidos 
habitados por los sueños, 
aún fulgurantes 
bajo los párpados cerrados. 

Las cejas
(Tomado de Elogio de mi cuerpo)

Las breves alas 
tendidas sobre mis párpados 
sólo abrigan 
el espacio escaso 
en el que flota 
una interrogación latente, 
al que asoma 
un permanente asombro.

La boca
(Tomado de Elogio de mi cuerpo)
Entre labio y labio
cuánta dulzura guarda
mi boca abierta al beso,
estuche en que los dientes
muerden vívidos frutos,
cuenca que se llena
de jugos intensos
de ágiles vinos
de agua fresca,
donde la lengua
leve serpiente de delicias
blandamente ondula,
y se anida el milagro
de la palabra.

El corazón
(Tomado de Elogio de mi cuerpo)
Dicen que es del tamaño
de mi puño cerrado.
Pequeño, entonces,
pero basta
para poner en marcha
todo esto.
Es un obrero
que trabaja bien,
aunque anhele el descanso,
y es un prisionero
que espera vagamente
escaparse.

El aliento
(Tomado de Elogio de mi cuerpo)
No sé de donde viene
el viento que me lleva,
el suspiro que me consuela,
el aire que acompasadamente
mueve mi pecho
y alienta
mi invisible vuelo.
Yo soy apenas
la planta que se estremece
por la brisa,
el sumiso instrumento,
la grácil flauta
que resuena
por un soplo de viento.

“La escritura de mujeres expresa aquellas experiencias de un cuerpo y una conciencia sexuadas femeninas invisibilizadas por una cultura androcéntrica, y muestra las formas de subordinación y las expresiones de resistencia que, como grupo social, opone a esa sociedad patriarcal que las construye como subordinadas al poder masculino y al margen de las construcciones culturales”.

Alaíde Foppa logra plasmar en su obra el gran bagaje cultural e intelectual adquirido a través de los años vividos en diferentes partes del mundo. A pesar de pertenecer a una clase socioeconómica alta, era sensible ante las injusticias sociales y luchó por la equidad, en especial de género. Su rol como precursora del feminismo es admirable y es hermosa la manera en que  expresa el amor que siente hacia todas las partes de la mujer en su libro Elogio a mi cuerpo.