Ficha elaborada por: Ma. Sofia Falla Dimitrakis, Quinto Bachillerato, 2015, Colegio Internacional Montessori, Guatemala
Nombre completo María Josefa García Granados Nombre de pila/ pseudónimo

Pepita

Juan de las Viñas

Nacimiento

Puerto de Santa María, España, 10 de Julio de 1796

Deceso

Ciudad de Guatemala, Guatemala, 28 de septiembre de 1848

Información biográfica

Fue hija de don José García Granados y doña María Gertrudis Zabala, quienes la trajeron desde pequeña a Guatemala. Estuvo casada con Ramón Saborío en 1818 y fue madre de seis niños. Fue hermana de Miguel García Granados, presidente de Guatemala de 1871 a 1873, y de Adelaida. También fue íntima amiga de famosos personajes, tales como Pedro Molina, José Milla, Rafael Carrera y Mariano Gálvez.

Información académica

Periodista, poeta y escritora que realizó sus estudios en Guatemala.

Libros publicados

Título

Año

Editorial

País

Género

Boletín del Cólera

1837

 

Guatemala

Teatro

Cien veces una

 

 

El Salvador

Periodismo

Obra

Estrofa del periódico Diez Veces Diez:
¿Lo oye vuestra reverencia
Madre Chepa, la conversa?
Mire no sea perversa,
haga por fin penitencia,

Desahogue bien su conciencia;
cuando ya la arruga odiosa
plegó su citar, lustrosa,
y ya el cabello dorado
va cambiándose en plateado
¡Oh, edad pérfida y roñosa!

Es divina la poetisa
que el corazón me ha mudado,
¿Dime, qué Dios te ha inspirado,
oh, mi anciana pitonisa?

A una abeja
Que no libe la rosa, curo árbol regaba
Una mano vil

¡Oh, abeja que girabas
En torno de esa rosa,
Y en su cáliz chupabas
La sustancia sabrosa!

¡Ay!, si hora penetras
En su seno oloroso,
En vez de miel hallaras
Un jugo venenoso.

Pues esa flor que excita
Tu codicia engañada,
La riega una vil mano,
De crímenes manchada.

¿Cómo incauta te atreves,
Con riesgo de tu vida,
A libar en sus hojas
La ponzoña escondida?

Huye su olor fragante
Y su vista engañosa.
¡Ay!, huye triste abeja
De esa pérfida rosa.

A una hermosa joven
¿Por qué abriste tu cáliz, tierna rosa,
A escarabajo sucio y despreciable,
Que con su fetidez insoportable,
Disipó tu fragancia deliciosa?
¿Qué fría emponzoñada y envidiosa
De tu belleza y néctar agradable,
Te arrebató cruel el inefable
Placer que te brindó la Cipria diosa?
¡Ay! Ya nunca tu cáliz lastimado
Fecundaría el rocío de la aurora
Ni el aliento del céfiro agraciado:
Tu destino fatal Natura llora;
Pues la flor más brillante se marchita;
Cuando el insecto vil su seno habita.

 

Himno a la Luna
El disco argentado
De Diana apacible,
Al alma sensible
Convida a pensar:

Sus pálidos rayos,
De luz blanda y pura,
Inspiran ternura,
Y un grato agitar.

¡Cuán plácida brilla!
Las nubes platea,
Y suave hermosea
La etérea región.

Del mísero amante,
Que espera y padece,
El pecho adormece
Con tierna ilusión.

¡Salud astro hermoso!
Tu dulce influencia
Quizá a mi existencia
Dará nuevo ser:

Que ya de los hados
La víctima he sido;
Y en vano he querido
Luchar y vencer.

Si fijan mis ojos
Tu bello semblante,
Percibo un instante
Suspenso mi mal;

Mas esto no basta:
Tu aspecto sereno
Derrame en mi seno
Su calma inmortal

La bóveda etérea,
De claro zafiro,
Que en rápido giro
Te vi recorrer.

Un templo te ofrezca,
Cuyo ámbito inmenso,
Jamás el incienso
Podrá oscurecer.

Las trémulas luces
De miles de estrellas,
Despiden más bellas
Su opaco esplendor:

De Febo brillante
Los rayos te doren:
Tu carro decoren
Templando su ardor.

Su velo rosado,
La Aurora risueña,
Con mano halagüeña,
Coloque en tu sien;

Y rubios celajes,
Formando graciosos
Mil grupos vistosos,
Sus iris te den.

¡Oh, nunca se eclipse
Tu luz deleitosa,
Ni nube envidiosa
Empañe tu faz!

Y ya que tu vista
Mi pecho conmueve,
Mis votos te eleve
La brisa fugaz.

Plegaria
¡Temblad, cielos, mis penas!
Y al menos en el sueño,
La imagen de mi dueño Me venga a consolar.
Más si vanos mis ruegos,
Toco al sepulcro frío,
El llanto del bien mío
Allí llegue a regar.

La aurora de mi dicha,
Cual niebla desaparece,
Y en su lugar se ofrece
Funesta realidad.
Negros presentimientos
Mi triste pecho agitan;
Y el llanto que en mí excitan
No enjuga la amistad.

El Destino, su víctima
Ya tiene señalada:
De Isaura ¡sombra amada!
Consuela mi dolor
Brama el viento horroroso,
Y el huracán tremendo
Por instantes creciendo
Me hiela de temor.

¡Oh, Madre!, que tu espíritu,
Desde el cielo en que mora,
En mi última hora
Sostenga mi valor.
¡Y ti!, virtud celeste
Que adora el pecho mío,
Perdona el extravío
De mi funesto amor

Crítica

“Pepita era atrevida y valiente. En los tiempos en que los hombres no salían a la calle de noche, ella visitaba a sus amigos sin atender la hora”.

Máximo Soto Hall

Por lo que se ha estudiado de María Josefa García Granados, se puede llegar a conocerla como una mujer valiente, influenciada por grandes personas y de alta importancia en la sociedad de Guatemala. Su poesía es sumamente buena y directa, lo cual requiere de valentía. No temía expresar sus pensamientos sin importar a quién se dirigieran. Su forma de escribirle al gobierno es fascinante, ya que al relacionarse extremadamente cerca de los políticos guatemaltecos, sus conocimientos acerca del tema son abundantes. Es de reconocer su carrera inició publicando sus obras bajo el seudónimo de Juan de las Viñas para no ser reconocida como una mujer y así no ser excluida en el ámbito literario. 
Fuentes
(Rojas/DeGuate.com)(Sonia Marroquín Roja (07 Enero, 2010), María Josefa García Granados, 19 de Febrero,2015, www.deguate.com)  (Valenzuela) (Milton Torres Valenzuela (Octubre 1989), Rasgos ideológicos en la producción literaria satírica de María Josefa García Granados, 20 de Febrero del 2015, http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/07/07_0715.pdf)