Ficha elaborada por: Isabela Safont Molina, Quinto Bachillerato, 2015, Colegio Internacional Montessori, Guatemala
Nombre completo Roberto Obregón

Nacimiento

San Antonio Suchitepéquez, Mazatenango, 13 de noviembre 1940

Deceso

Secuestrado en El Salvador en 1970

Información biográfica

Sus padres eran Miguel Ángel Obregón y Ana Morales, fue el segundo de cinco hijos. Vivió su infancia en Mazatenango; algunos años después, vivió en Moscú por motivos de estudios.

Información académica

Realizó sus estudios primarios en una escuela pública en la cabecera de la costa sur, después fue a Quetzaltenango al Instituto Normal para Varones de Occidente, donde salió con título de maestro.  En la Usac, estudió Ciencias Jurídicas y Sociales. Obtuvo una beca en Moscú para la Universidad Patricio Lumumba, donde estudió un doctorado en filosofía. Antes de regresar a Guatemala, viajó por Europa para asistir a foros y congresos de escritores.

Información profesional

Su primera obra literaria fue Poemas para Comenzar la Vida (1961) en la revista de la USAC. Después, publicó El aprendiz de profeta y  La flauta de Ágata y El fuego perdido, que fue traducido a cuatro idiomas y es un libro de poemas amorosos. Entre 1968 y 1970, reunió a un grupo de escritores guatemaltecos, el grupo Nuevo Signo  donde publicó una revista para todos los ciudadanos guatemaltecos. En 1970, fue invitado a El Salvador por el grupo de escritores Piedra y Siglo y de regreso fue capturado por el puesto fronterizo Las Chinamas y ya no se supo más de él.

Libros publicados

Título

Año

Editorial

País

Género

Poemas para comenzar la vida

1961

Revista USAC

Guatemala

Poesía

El aprendiz de profeta

1965

Ediciones Vanguardia

Guatemala

Poesía

La flauta de Ágata

1968

Editorial Landívar

Guatemala

Poesía

El fuego perdido

1966

 

Guatemala

Poesía

Poesía de barro

1973

Editorial Universitaria

Guatemala

Poesía

Recuento de poesía

1995

Cultura

Guatemala

Poesía

El adiós y el retorno

1999

Oscar de León Palacios

Guatemala

Poesía

Del ser al no ser

 

 

 

Poesía

Casi parábola

 

 

 

Poesía

La canción pérdida

 

 

 

Poesía

Obra

No podemos encender la hoguera 
Mojado está el bosque
podridos están los troncos
No podemos quebrar los colmillos del frío
Arrancar
Y recobrar nuestros huesos entumecidos
En la humedad en el agua
nos ha tocado prender la hoguera
En la oscuridad en la noche
nosotros somos la región más espesa
A oscuras sesionamos bajo la helada
Y conferenciamos sobre nuestro qué hacer
De cómo allí los muertos continúan
jugando un gran papel en la guerra
De qué manera se escogen entre todos
Quiénes llevarán a la espalda el mayor peso
en los ratos
de agudo peligro
Acérquense los del fuego
Los enamorados de la vida
nos calentaremos con estos nuestros corazones
Hechos leña bajo este rudo temporal
Pero contentos

El Aprendiz de Profeta
Mis manos,
mis pies
a los grandes sueños
habéis encadenado.
Mi corazón, mi sangre
he plantado con tu queja,
mis ojos
llenos de visiones
mis manos,
llenas de guijarros.
Mis manos,
mis pies,
a los grande sueños
habéis encadenado
habéis encadenado..

La Canción Pérdida
Aprehender, sí. Primero asimilando
los matices y contornos ocultos.
Lo húmedo, lo tibio, y sin soy afortunado
el rumor de tu sangre abriendo zanja en la vida.
Loco de mí. Inocente. Como si teniéndote
sería yo el señor de tus trigales
y tus bosques de abedul copados de nieve.
Como si estrujando en mis manos
un ramo de espesa malaquita,
o segando una espiga de ámbar
y el aliento de la estepa en el vino,
desvelara tus rosadas yemas impresas en mi piel
y disolviera tu trayecto en mis pasos.
Pobre de mí. Y qué formas más antiguas
de tenderte una celada a las ciegas
y remotas fuerzas de la tierra.
Qué manera más primaria de cazar las cosas.
Loco. Grabo tu adjetivo y tu risa,
tus piernas en la lluvia
y la comisura de tus labios tristes.
Desentraño con presteza tu imagen
y en seguida, como lo hacían mis abuelos
en las grutas cuajadas de estalactita
(allá en Cobán), bailo sobre un solo pie
ante los primerísimos jaguares
que se introdujeron en el arte,
ante los tecolotes y las monos y las culebras
para siempre inmovilizadas en la piedra.
Loco de mí -me parece discurrir
antes de la gran claridad,
y creo haber penetrado lo oscuro.
Solamente porque he logrado dos, tres líneas
y haber recogido tu levadura en mi palabra,
por haber capturado a todo un pueblo
introduciendo mi mano en ti. 
Nada más por haber agarrado tu carne
el pulso herido de la tierra.
Desgraciado de mí: construí un calabozo
para enlazarte.
Y en él me he quedado encerrado
y gritando por salir de tu pecho.

Casi Parábola
Tú no conoce el mar. Estás confundida
con la estepa. Aseguras. Y no sabes.
El mar desflora oraciones de agua
y las despliega del azul al verde.
La estepa hinchada de trigo
oye pasar conversaciones
que el viento corretea desde distancias remotas.
En ella las piedras duermen con la espalda a flor de tierra
y los búhos miran de día. Son diurnos.
(Eso les pasa por vivir al aire libre)
No sabes -no asegures.
Lo que ha de causar confusión en ti
es la sensación de profundidad.
Pero en el mar la sensación es vertical
y es horizontal la profundidad de la estepa.
¿Qué noticia tienes tú del mar, dime, 
de las embarcaciones que enraizaron en el fondo,
del concéntrico rumor del caracol, de tesoros callados?
No, Olga. La estepa te tiene hechizada
y tu corazón la arrastra como una túnica.
Reconócelo. Tú no entiendes de estas cosas.
Lo que sí sabes a ciencia cierta
es que yo,
desde tus pies hasta hacerte entrecerrar los ojos
desde tus profundidades despunto
como un duro arrecife de coral.

Del Ser al No Ser
Catastrófico es el segundo
en que a la vida volvemos,
saber que hemos tenido en las manos
la palpitación del mundo
y, hallándonos otra vez entre los muertos,
no recordar en dónde

ni por cuánto tiempo

Crítica

“A través del poema de Roberto Obregón, Aprendiz de profeta, se presenta la posibilidad de reconstruir la categoría de praxis, ingresando al debate la importancia de la utopía como categoría vivida y no solo imaginada. La obra se enmarca en un contexto histórico de lucha de la sociedad guatemalteca. El poema fue parte de un debate en la década de los años sesenta dentro de la izquierda guatemalteca, que solo logró encontrar eco años después, durante el levantamiento campesino-indígena de fio l de la década de los setenta. Como respuesta a las masacres de la dictadura militar guatemalteca surgen las Comunidades de Población en Resistencia del Ixcán, que llevan a cabo muchos de los planteamientos teóricos que quedaron rezagados en los mencionados debates”.   

Rodrigo Véliz

Roberto Obregón fue un poeta guatemalteco que realizaba sus poemas acerca de la muerte, la confusión, el pesimismo, etc. Me gustó mucho porque aunque algunas partes sean pesimistas o tristes, puedo percibir cómo se sentía de defraudado por una mujer. Lo puedo relacionar con una separación con alguien, pero él todavía no ha podido superarlo; la forma en que transmite sus emociones es muy interesante y clara.  

Fuentes